Si las princesas hubieran usado Tinder

Una nueva decepción. Desde luego las apariencias engañan muchísimo. Y eso es lo que me ha pasado con este libro. Si las princesas hubieran usado Tinder de María Monrabal es una de las novedades de la temporada, un boom en redes sociales y uno de los destacados en las estanterías de las librerías, pero antes de decir nada más os dejo el argumento y después os cuento:

Aceptémoslo: el amor cambió en el momento en el que escoger a una persona con quien empezar una relación, tener un rollo o echar un polvo quedó relegado al gesto de deslizar el índice a izquierda o derecha. Pero puede que simplificar tanto las cosas nos conceda el poder instantáneo de atrevernos a ser nosotros mismos, nos despoje de miedos y nos empuje a querer a nuestra manera, que es, en definitiva, la mejor forma de hacerlo, por ser la más sincera. Esto es, entre otras cosas, lo que descubre Paula cuando llega a Madrid para hacerse un hueco como redactora de moda. En una ciudad donde todos andan buscando respuestas, ella acaba encontrando a Gonzalo.

Cuando leí el título después de ver tanta publicidad de él, pensé "¡Qué guay! Las relaciones de Tinder no es algo que se suela hablar en los libros". Cuando empecé el libro la verdad es que estaba muy emocionada, me parecía algo distinto, algo divertido, una nueva forma de abrir la mente de esta sociedad que tiene tantos prejuicios cuando se trata de relaciones que han empezado a través de una app como puede ser Tinder, Badoo o cualquiera de esas. La dinámica de la historia era muy realista y era divertido ver como generalmente todos pensamos lo mismo al empezar a usar ese tipo de apps, nos preocupa que las personas de nuestro entorno nos juzguen.
La historia empezó bien para mi gusto; el ir pasando de un chico a otro, los matchs, el empezar a hablar con esos matchs, hasta que das con el chico que pone tu mundo patas arriba, y que nada más verle en esa la primera cita sabes que es ÉL; los nervios de esa primera cita después de semanas hablando a través de una pantalla, el preocuparse por el "¿y si no le gusto?" y el "¿y si no soy lo que esperaba?", ese millón de mariposas cuando seguís quedando y conectando, la sonrisa estúpida del primer beso. Joder, cuando leía eso me sentía identificadísima aunque hubiese cosas que no me gustasen o que no entendiese porqué hacía la protagonista. Pero bueno, siempre dicen que para gustos están los colores.
ALERTA QUE AHORA VIENEN LOS SPOILERS:
La protagonista de la historia se llama Paula, una chica valenciana que trabaja como una especie de becaria para la revista Vogue. Sinceramente me parece una tonta de remate, por ser suaves. Es egoísta, contradictoria al punto de llegar a ser bipolar, indecisa e incluso tóxica; aunque el resto de personajes la ven como una chica super guay. Es ella la que nos cuenta como lo vive todo, como lo ve todo. Ella será el objetivo amoroso de dos chicos, Gonzalo y Héctor. La primera sensación con respecto a este punto, es que intentan meternos con calzador un intento de triángulo amoroso; mientras Paula empieza a navegar por los mundos de Tinder, coincide en un encargo de trabajo con Héctor el ayudante del fotógrafo habitual de la revista, con el que más tarde se acostará cuando ya está conociendo a Gonzalo. Pero lo peor es que sigue intentando alargarlo en todo momento hasta que se vuelve insostenible porque el fotógrafo habitual, Dani, le dice que no sea estúpida y se arriesgue a estropear su carrera por enrollarse con alguien del trabajo.
En cuanto conoce a Gonzalo, Paula va totalmente a saco, se acuestan en la primera cita, y no deja de hablar maravillas de él y de soñar una vida a su lado, aunque no hace más que renegar del amor y de que las relaciones de pareja son todas una farsa con fecha de caducidad. No deja de contradecirse a sí misma y de soltar los comentarios más inadecuados en los peores momentos, como por ejemplo en la segunda vez que se acuesta con él y le suelta "vas a hacerme daño" y comienza a comerle la cabeza en como él va a ser el que le destroce a ella el corazón cuando se supone que ella es la que no cree en las relaciones.
La narración no me gusta como se desarrolla, me parece muy pobre y poco trabajada, sin unos personajes que tengan un verdadero fondo, ni un origen ni un destino, además de que las relaciones entre ellos no está ni bien trabajados. Una de las mejores amigas de Paula es Andrea, que de repente le presenta a Paula a su amiga de la oficina, Elena, y no ha acabado de presentarse cuando ya son una chupipandi divina de la muerte que se lo cuentan absolutamente todo como si fuesen amigas intimísimas de toda la vida. Igual que la relación de Paula con su compañero de piso Marcos, que solamente al final del libro cuando ella se pira de España nos enteramos de lo buenísimos amigos que son en realidad.
Otro aspecto que no me gusta absolutamente nada es como la autora trata el sexo. Las descripciones son para echarles de comer aparte y que ahora comentaremos, pero tiene comentarios que rayan la estupidez, paso a citar un pasaje:
"Los ruidos que había escuchado no sonaban a alguien de fuera. ¿Cómo sonaría un alemán? ¿Sonaba la gente diferente al hacerlo en cada país? Qué poco internacionales habían sido mis polvos. A mis veintitrés años ya debería saber eso. Vergüenza me tendría que dar."
O sea...De verdad, es que no sé ni por donde empezar a comentar esta mierda de pasaje. ¿En serio con 23 años es una vergüenza haber follado poco? Es que de verdad...¿Y en serio te planteas que una persona extranjera va a gemir distinto a como lo haces tú simplemente por eso, por ser extranjero? Ridículo me parece poco. Las descripciones de las relaciones sexuales, sinceramente, me parecen otro auténtico meme. El primer polvo entre Paula y Gonzalo se puede resumir en un "me apartó las bragas, me metió los dedos, bajo, yo bajé y me corrí". No, no exagero. Son relaciones muy poco trabajadas, muy poco intensas pero que pretenden aparentar ser muy pasionales, que encima nada más terminar mi amiga las jode con sus paranoias.
Para terminar y no seguir explayándome, el final me parece absurdo, no cierra nada pero tampoco deja abierta la posibilidad a una segunda parte, aunque parece lo más posible. Pero eso es lo de menos, el como la relación de Gonzalo y Paula decae es lo más ridículo de todo, puesto que no llevan ni un mes quedando cuando ya se van de viaje al extranjero juntos y él le propone que lo deje todo para irse con él a vivir a Australia. Por no hablar del continuo intento de la autora de describir los atuendos de los personajes y la situación de la oficina de Paula como una versión de "El diablo viste de Prada", la cual los mismos personajes no dejan de mencionar; que claramente no lo es porque este libro no le llega ni a la suela del zapato al iluminador de la peli.
En resumidas cuentas, tenía muchas expectativas con este libro que no se han cumplido. No es un libro que recomendaría bajo ningún concepto. Es un libro que aunque no lo diga claramente tiene muchísimos prejuicios, e historias sin sentido que no aportan nada a la historia final, como la situación tan gratuita que añade la autora para explicar que Paula no tenga familia. Para puntuarlo me planteé mucho muchísimo el darle un cero grande como una catedral, porque debo admitir que para mí es el peor libro que he leído en lo que va de año, superando "Cuando encontré tus alas" y "El día que sueñes con flores salvajes", que ya era complicado pero este es una combinación de lo peor de los dos anteriores incluyendo muchos otros aspectos horribles. Aun así, porque ha habido momentos en los que me he sentido identificada o he sonreído, lo voy a puntuar con un 1/5🌟

¿Y vosotros? ¿Qué opináis? ¿Es un libro que realmente creéis que se merece la publicidad que ha recibido?
¡Un saludito para todos!




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